UN POCO DE RESFRIADO CON 38° DE FIEBRE DAN ESTO
El sofocante calor del mediodía hacia más pesada la travesía del cansado guerrero orco, através de las cada vez más peligrosas tierras del marjal revolcafango, la fresca sangre brotaba por las numerosas heridas en el cuerpo del guerrero producto del resiente enfrentamiento con un clan de Taurents Tótem Oscuro.
El agudo chirrido del Cienorrojo fue la señal para comenzar el ataque; Ya pasos atrás habia sentido su presencia, los agudos ojos observando entre los árboles de la zona, como las bestias median a cada paso sus movimientos, respirando el olor de la sangre del orco esperando pacientemente la primera oportunidad para atacar.
Nunca hubo duda alguna, la horda enseñaba desde temprana edad que la mejor manera de morir es con honor, en especial para aquellos que habían acogido el pesado camino del guerrero, no se cedía un solo espacio entre este y sus enemigos, el sonido de las espadas chocando contra las garras y dientes de los raptores interrumpía la tranquilidad del marjal
Poco a poco los restos de los raptores eran esparcidos por el piso, uno a uno los raptores caían bajo las estocadas del valiente ogro, un agudo y largo chillido se fue opacando con el ultimo aliento del raptor al ser atravesado por una de las espadas….
Lentamente camino hacia atrás unos pasos para caer de rodillas, con la respiración entrecortada logro apoyarse en una de sus espadas estaba al limite, había recibido demasiado daño en su armadura esta parecía romperse con el mas mínimo golpe….
De nuevo los ojos aquella misma presencia que antes había experimentado, volteo y logro ver las siluetas que aparecían poco a poco detrás de una pequeña colina, en frente de el, pero no podía ver nada claro, se limpio un poco los ojos aun no lograba enfocar, una ves mas, esta vez frotando mas fuerte para quitar la sangre en su cara.
Todo ahora estaba claro, los 5 raptores observando a su presa. Un ultimo esfuerzo para levantarse, pero las rodillas fallaron y volvió a caer podía escuchar las pesadas pisadas de los Cienorrojo acercándose a él rápidamente, cerro lo ojos transpotarse con los recuerdos lejos a las tierras de Mulgore, Orgrimar……. Orgrimar la ciudad que se alzaba en las desoladas tierras de Mulgore, representación del sueño de Trall y de los ancestros del guerrero.
El Grito de Batalla lo despertó para ver una cabeza de raptor caer entre sus piernas la figura era borrosa pero el hacha Orca a dos manos era inconfundible, busco con la vista su segunda espada estaba cerca podía seguir, El Grito Desmoralizador que el nuevo orco lanzaba para comenzar su ataque revivió al guerrero había nuevas fuerzas fluyendo pos su cuerpo.
-Al fin te encuentro, Dardo, Sr. de los raptores, serás un excelente trofeo para los salones de Orgrimar.
El orco se abalanzó sobre el raptor que había permanecido inmóvil simplemente observando con tranquilidad la pelea desde la pequeña colina. Mirando fijamente los ojos de su oponente el raptor comenzó una pequeña carrera y pausada carrera hacia el ogro, por un momento el ogro logro notar lo que parecía una pequeña sonrisa en la cara del raptor justo antes de desaparecer ante sus ojos, y sentir los colmillos desgarrando su espalda.
La desventaja era clara, había logrado pegar algunos golpes criticos al cuerpo del Gran Cienorrojo pero su cuerpo ya no respondía decidió intentar un ultimo golpe, utilizar el ultimo aliento de fuerza en ello,.
Demasiado lento, un momento de duda y ahora la respiración del Cienorrojo en su espalda anunciaba el destino del ogro, se lanzo girando hacia delante esperando asestar un ultimo golpe para impulsado mas por el instinto que por la idea de sobrevivir, y ahí justo antes de que el filo del hacha cortara la cabeza de Dardo, logro ver como el brillo en los ojos del raptor desaparecía poco a poco.
La cabeza rodó dejando un pequeño hilo de sangre a su paso, y fue entonces cuando el ogro pudo ver la figura recostada del guerrero contra el raptor, usando su propio peso había logrado enterrar una de sus espadas en el costado del gran Cienorrojo.
Ambos se arrastraron hasta quedar recargados en un viejo árbol.
-Gracias, me salvaste el trasero hermano, ¿Cuál es tu nombre?
-Mi nombre es Oogris, y no tienes nada que agradecer tu me salvaste primero.
-jajaja cosas del destino, momento y lugar adecuados creo, podemos llamarlo un empate
-De acuerdo empate será entonces y aún no has dicho tu nombre…
-¿Mi nombre?, llámame Macloud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario